A veces no es más que una pequeña anomalía, algo que pasa desapercibido y a lo que no se da mayor importancia. Pero la tiene. Persianas con un deficiente mantenimiento o en mal estado repercuten en el confort de nuestro hogar, en su estado general y también en nuestro bolsillo. Por eso es tan importante realizar las reparaciones oportunas en cuanto muestren algún síntoma de deterioro.
Las persianas cumplen un papel esencial en las casas. Las ventanas son puntos débiles en lo que a aislamiento se refiere, en ellas es fácil que se produzcan rupturas de puente térmico. Unas persianas en buen estado ayudan a compensar algunas de las deficiencias de las ventanas en este sentido y en otros muchos. Pero este es solo uno de los motivos por los que nunca hay que escatimar en reparaciones si no están en perfectas condiciones.
Las persianas y la humedad
Sobre todo, en otoño y en primavera, cuando las lluvias son más abundantes, las persianas actúan como barrera frente al agua. Agua que puede entrar a nuestras viviendas por la grieta más diminuta o por una ventana que no sea hermética, provocando humedades. Esas humedades no solo deterioran la pintura y los revestimientos. Afectan a la salud y favorecen la aparición de moho, también peligroso para el organismo.
Por eso es importante realizar las reparaciones que sean necesarias para que las persianas bajen completamente y puedan ofrecer ese factor extra de protección frente a la humedad. Una simple lama partida o una persiana ligeramente descolgada harán que pierdan esa capacidad.
Las persianas y las temperaturas exteriores
No solo frente al agua, las persianas también son un aliado para proteger nuestro hogar de la climatología. En invierno, cuando el frío es intenso, bajarlas ayuda a mantener la temperatura interior. Y, al contrario, en esos escasos días de sol, subirlas al máximo permitirá que los rayos solares penetren en el interior de la casa y ayuden a caldearla. Evidentemente, en verano el procedimiento sería el contrario.
¿Qué ocurre con unas persianas que no han tenido un buen mantenimiento? Lo más habitual es que no suban y bajen correctamente, que se enganchen. Y, si no se pueden manejar con facilidad, nunca se utilizarán de la manera adecuada. Por eso también en este sentido no hay que demorar las reparaciones necesarias.
Pero no solo hay que prestar atención a las persianas. Cuando se recogen en cajones, también conviene revisarlos de vez en cuando para comprobar que no entra aire exterior por ellos y sellarlos si fuera necesario.
Reparar las persianas, una inversión rentable
Cualquier arreglo implica un coste, eso es evidente. Sin embargo, en el caso de las persianas, ese gasto se amortiza en un plazo muy breve. En primer lugar, porque salvo que el deterioro sea muy grande y resulte más aconsejable poner persianas nuevas, el gasto será mínimo. Por lo general, se trata de reparaciones de pequeña envergadura que no cuestan mucho.
A ello hay que sumar esa función aislante de las persianas. Así, cuando estas funcionan perfectamente, nuestros hogares están mejor protegidos, lo que se traduce en un mayor confort. Confort porque la temperatura interior se mantendrá más estable, no habrá perdidas.
Pero aún queda una cuestión esencial: todo ello significa también algo tan importante como un notable ahorro en calefacción en invierno y en climatización en verano. Por eso, un pequeño gasto en reparaciones suele ser una inversión muy rentable.
Si las persianas no se mueven con facilidad, si observamos cualquier síntoma de deterioro, si se han descolgado, se ha partido una lama o si no ajustan perfectamente al cerrarse, es importante no tardar en realizar las reparaciones necesarias.
Un pequeño gesto hará que nos sintamos más cómodos en casa y que gastemos mucho menos en conseguir y mantener la temperatura ideal. Los profesionales de Servipersiana conseguirán que las persianas de tu hogar estén siempre en perfectas condiciones para que en invierno o en verano te sientas a gusto en él.